miércoles, 21 de diciembre de 2011

tal y como dijimos

El BCE ha abierto su ventanilla en la primera subasta de financiación bancaria ilimitada a tres años con un tipo de interés del 1%. Las peticiones han sobrepasado cualquier estimación y han alcanzado los 500.000 millones de Euros. ¿Por qué?

Ya comentamos que el objetivo real del programa es doble: de un lado se dota de una financiación sin límite al sistema bancario que esta necesitado de liquidez (el interbancario está dejando de funcionar) y de otro se les da a los estados la posibilidad de colocar la deuda en sus bancos nacionales a un tipo de interás mucho más razonable. De paso los bancos hacen un gran negocio, piden al 1% y colocan al 4% sin riesgo. Esto les permite recapitalizarse y alcanzar los objetivos del 9% de capital.

Esta medida da tiempo a los gobiernos, evita el riesgo de una parálisis del sistema financiero, pero no resuelve los problemas de fondo. El primero y más importante es el excesivo nivel de deuda de los estados. Parece claro por los estudios publidados al respecto, que las deudas públicas superiores al 85% del PIB garantizan una ralentización del potencial del crecimiento de la economía, y que no muy lejos (dependiendo de otros factores como el nivel de ahorro del sector privado y particulares) se encuentra el punto de no retorno de la deuda. El punto en el que el servicio de los intereses supone un coste tan alto para las arcas públicas que hacen inviables los servicios mínimos esenciales.

Por lo tanto, la primera tarea de cualquier gobierno consiste en equilibrar el presupuesto nacional. Sólo con ese equilibro se garantizará no llegar a ese punto de no retorno tan próximo. Este equilibrio se puede conseguir de dos formas básicas: reduciendo los gastos o incrementando los impuestos. Los políticos tienden de forma natural a incrementar los impuestos aunque parece ser que cualquier incremento de un 2% de impuestos supone una reducción del potencial de crecimiento de un 1%. Si se opta por reducir los gastos de forma racional, aunque el primer efecto pueda parecer la reducción del PIB, parece que el crecimiento potencial se incrementa en casi ese punto por reducción de 2%.

Si el nivel de deuda pública supera el 85% no habrá ningun presupuesto público que sea capaz de generar el superávit necesario para ir corrigiendo esta desviación en el tiempo, ni país que lo soporte. Por lo tanto aquí será necesaria una intervención mucho más quirúrgica. Será necesaria la venta de activos del estado (empresas públicas; bienes...) para reducir de una forma rápida esa deuda.

Estas son medidas necesarias y urgentes para muchos países que veremos poner en práctica. Y recordad que no se ha tratado el segundo problema: elenvejecimiento de la población.

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