miércoles, 11 de enero de 2012

Quantitative Easing, impresión de dinero

En esta época de turbulencias financieras y de crisis económica, los medios y los gobiernos nos bombardean con ideas para salid de la crisis. Una de la más mencionada es la monetarización de la deuda. Consiste en que el Banco Central, en este caso el BCE, se pone a imprimir dinero y lo pone en circulación, básicamente a través de la compra de deuda pública directamente o a través de las entidades financieras. En europa la ampliación del crédito sin límites a tres años para los bancos busca precisamente esta segunda.

USA también ha optado por esta solución, con dos emisiones consecutivas de dinero. La FED pretende explicar su solución explicando que lucha contra la deflacción, contra la bajada de precios. Como el dinero físico y electrónico en una recesión baja ostensiblemente de volumen, por la bajada del efecto multiplicador (de la rotación del mismo) se pretende inyectar más dinero para llegar al mismo resultado. De esta manera se garantiza un cierto nivel de inflacción con la que todos estamos más cómodos.

Ahora que la experiencia desarrollada en Japón en las dos últimas décadas permite extraer conclusiones de  la política de tipos de interés cero y de monetarización de la deuda (impresión de billetes) merece la pena pararse a pensar un poco. Resultados:
  • Bajan los tipos de interés. Como hay más dinero en circulación es un bien menos escaso y por lo tanto vale menos. Bajan los tipo a corto y a largo.
  • Baja el efecto prima de riesgo y el coste de financiación de la deuda. Si bajan los tipos de interés baja el coste de la deuda, sobre todo si es el BC el que compra la deuda. Es el propio estado el que decide el precio de la misma. Este efecto se traslada al gobierno, a las grandes corporaciones pero no llega al consumidor ni a las pequeñas empresas.
  • Suben algunos activos: la bolsa y las materias primas. En todos los casos se produce un efecto automático y directo sobre la bolsa y sobre algunas materias primas como el oro.
  • Sube la inflación aunque no es muy apreciable porque las recesiones son deflaccionistas por definición. Lo lógico enuna recesión es la deflacción, que las empresas para sobrevivir decidan ajustar sus márgenes y costes. Con la abundancia de dinero se produce un efecto contrapuesto de inflacción.
  • Cuando la velocidad o rotación del dinero empieza a elevarse de nuevo el BC debe retirar rápidamente cantidades ingentes de dinero de circulación. Debe vender esos activos que ha comprado, esa deuda pública, o rechazar las garantias ofrecidas por los bancos para esos préstamos ilimitados.
  • No se incrementa el flujo de crédito hacia el sector privado. Lo estamos viendo ya en Europa. El BCE mantiene el récord de depósitos de los bancos. Los mantiene porque esa liquidez está pensada para hacerse cargo de las renovaciones de deuda pública y de las nuevas emisiones. El riesgo país que antes estaba más disperso se va a nacionalizar.
  • La recesión también hace que las empresas y particulares pidan menos crédito, unos por falta de perspectivas de crecimiento y otros por la necesidad de reducir la deuda adquirida para sobrevivir.
  • No queda afectado el precio de la vivienda ni la venta de viviendas por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La burbuja se desinfla poco a poco por el lado  de los precios, porque son los bancos los que tienen las carteras inmobiliarias y son ellos los que ponen el precio y dan los créditos. En el caso de Japón el gobierno no obligó a los bancos a sanear sus balances lo que les ha llevado a dos décadas perdidas.
  • Los créditos incobrables bajan por la posibilidad de refinanciación que da tiempo a los deudores y por la propia recesión. La liquidez de los bancos hace que refinancien créditos que en otro entorno serían posiblemente dados por fallidos. Se mantienen empresas zombies que no acaban de mejorar la salida de la crisis y que complican mucho la vida a las empresas que realmente funcionan.
  • Ligero efecto sobre el desempleo. Un 0,4% a lo máximo. Este efecto no está claro, pero el coste resulta absolutamente desproporcionado. Sale más barato dar directamente el dinero a los parados.
  • El sistema financiero consigue liquidez pero no solvencia. Gana tiempo para limpiar sus vergüenzas. Si el gobierno no ejerce, la situación se prolonga en los años.
  • Como existe la posibilidad de seguir financiando el déficit público no se toman medidas y la deuda pública sigue creciendo hasta alcanzar límites inviables.
En definitiva, se viste de muchas razones, pero en vista de los resultados alcanzados se puede afirmar sin lugar a dudas que consigue financiar el déficit, que hace crecer la deuda pública por encima de lo razonable y que los bancos encuentran la liquidez que les permite ganar tiempo para solucionar los problemas pero que por si mismos no se solucionan.

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