viernes, 13 de enero de 2012

Responsabilidad y transparencia

En una época en la que la información navega por la red a la velocidad de la luz, en la que los sistemas son capaces de procesar millones de operaciones por segundo, en la que la voz de cada uno de nosotros se puede hacer visible para muchos de una forma realmente económica se echa de menos estos avences en la gestión pública.

Cada vez que veo el juicio por los treajes me entra más vergüenza ajena. Esos trajes no dejas de ser una anécdota dentro de los graves problemas que estamos padeciendo desde hace mucos años en la gestión de lo público en España. Somos una democracia joven que necesita ir creciendo, pero creo que después de nuestra transición ya ha llegado el momento de ir dando pasos en esta dirección.

Y es en este punto donde la gestión del gobierno debe ser la más importante y la más difícil. Se trata de cambiar las raíces del entramado que nos ha llevado a esta situación. Esas se anclan en en principios medievales, en el oscurantimos, y en la impunidad de una casta gobernante que está por encíma de la ley y se vanagloria de ello.

Volviendo al caso de los trajes, el problema no es el de los trajes en sí, ni siquiera el las posibles prevendas que haya conseguido la trama en cuestión, el problema más grave es que ese presidente ha estado gobernando una comunidad autónoma durante años y la ha dejado al borde del precipicio. Ahora es una comunidad que no puede pagar sus compromisos con los proveedores, con las farmacias, con los colegiios concertados...Una comunidad que tiene una televisión pública que tiene 1.800 trabajadores en nómina. ¿Se lo pueden creer? ¿1.8000 trabajadores?

Esto es lo que resulta absolutamente imperdonable, y sobre esto es sobre lo que si que debería responder el expresidente. Porque el electorado cuando le vota lo que espera es que gestione correctamente los recursos que se les asignan, que no son otros que el expolio que consiguen de los impuestos.

Es a esto políticos a los que hay que exigirles responsabilidades patrimoniales y penales por construir aeropuertos que no se llegan a abrir, o que se abren con un vuelo al día, o que se deben cerrar después de un año de funcionamiento, o que prefieren subir los impuestos que cerrar o vender televisiones públicas que en la sociedad de la información ya no tienen sentido, o que tantos que puros de gestión que no acabaríamos este blog.

A esos políticos lo  primero que se les debe exigir es responsabilidad, que esa responsabilida esté correctamente definida y tasada, que su gestión sea transparente, que todo el mundo sepa en qué se gastan lo dineros públicos...

Ya está bien. Ha llegado el momento de exisgir desde la ciudadanía estos cambios de rumbo. Y esta es la reforma de las reformas, la que más beneficios económicos reportará y que más difícil será.

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