lunes, 28 de noviembre de 2011

La trampa de la deuda



¿Qué es la trampa de la deuda? Es un nivel de apalancamiento tan grande que llega un momento que empieza a causar problemas. Problemas que pueden impedir refinanciar la deuda, que pueden exigir grandes incrementos de los costes en esa refinanciación de la deuda, que pueden apretar tanto que exijan una reducción muy significativa de los gastos y de la actividad y que en última instancia nos puedan suponer una imposibilidad de hacer frente a la deuda.

¿Y por qué es una trampa? Es una trampa porque nos vemos cazados en ella, pero a la vez porque hay alguien que actúa de cazador y puede estar esperando conseguir algo más a cambio. Hay alguien que ha estado prestando dinero de forma excesiva y consciente y que ahora quiere cobrar.

Los ejemplos más claros de esta caza han sido siempre organismos interancionales como el FMI, el Banco Mundial, etc, Organismos internacionales que tradicionalmente prestaban dinero a gobiernos de países del tercer mundo, para financiar proyectos de desarrollo, que se ejecutaban por empresas de los mismos países prestamistas, y que al final resultaban imposibles de pagar porque las proyecciones de crecimiento económico nunca se cumplían. Cuando llegaba ese momento es cuando los países acreedores, los que habían prestado el dinero, empezaban a exigir contraprestaciones que normalmente se traducían en el acceso a los recursos naturales del país. En el proceso la élite gobernante se había hecho más rica y los pobres eran cada vez más y más pobres.

En la construcción europea se ha producido el mismo fenómeno. Los grandes países productores y exportadores, Francia y Alemania, con sus superávit en las balanzas de pagos han tenido que ir financiando a países de la periferia con balanzas de pagos muy negativas. Esa financiación era esencial para preservar sus empresas y hacer crecer sus economías nacionales. Si no hubiesen financiado a sus compradores no hubiesen podido crecer, o el crecimiento hubiese sido mucho más lento.

Ahora, cuando han adquirido una posición de dominio en muchos de esos mercados, cuando han adquirido el volumen necesario para competir a nivel internacional, es cuando la deuda de estos países es increíblemente alta e imposible de gestionar. Es ahora cuando Alemania y Francia, van a reescribir los tratados de facto de la unión y van a hacer que aquellos que hayan caído en la trampa de la deuda, pierdan soberanía y capacidad económica y política. Van a ser protectorados al servicio de la metrópolis, al servicio de los países más fuertes. Sus presupuestos nacionales van a tener que ser aprobados en Europa. Van a tener una traslación de esas rígidas normas al ordenamiento nacional correspondiente.

Es por eso que resulta tan importante la autonomía económica y financiera. Es por eso que los controles de los déficits y deuda estatales pasan a cobrar mayor importancia si cabe. Es por eso por lo que la necesidad de mejorar la competitividad de la economía y equilibrar la balanza de pagos pesa tanto. Y es por eso por lo que él peso de la finanaciación externa se debe reducir drásticamente. Debemos financiarnos con los ahorros de particulares, empresas y estado.

El exceso de deuda es como una bomba de relojería. Sólo se sabe que va a estallar, no cuando ni cuanto daño causará.


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